Ir al contenido principal

A mi jefe // To my boss (Spanish version)

Caracas, 28 de julio de 2015




A mi jefe

Muy estimado señor mío,

      Le escribo esta carta para informarle mi decisión de dejar de enseñar. Esto motivado a que, hoy, habiendo el mundo pasado por muchas Escuelas del Pensamiento y habiéndose inventado muchas teorías del aprendizaje, todavía nosotros creemos que enseñar (especialmente en la universidad) consiste en transmitir conocimiento partiendo de una mente suprema toda poderosa hacia unos treinta o cuarenta estudiantes por clase.

      En mi opinión, inspirados en aquellas tendencias de aprendizaje, los maestros hemos asumido diversos roles. Hemos sido instructores, auditores, desafiadores mentales, facilitadores y promotores de entornos de aprendizaje… Esto resuena mucho en mi cabeza.

      Creo firmemente que ya no se necesitan maestros para “instruir” a la gente y que tampoco se necesitan maestros para aceptar  enseñar sus lecciones sumisamente cada año. Usted no necesita maestros para transmitir conocimiento. Creo que usted necesita maestros para desafiarlo.

      Es más, la gente ni siquiera debería ir a la universidad para adquirir conocimientos. No somos tan simples. La gente debería ir a la universidad para retarlo. Véalo de esta manera, una vez que los estudiantes han entendido “su” contenido, ellos deben ser capaces de confrontarlo, generar hipótesis, confirmarlas o negarlas, y crear nuevas teorías a partir de su análisis. Entonces ¿por qué quiere que sus maestros transmitan conocimiento? ¿Y por qué maestros en primer lugar? ¿Y si los estudiantes pueden hacer todas esas cosas, por qué espera que sus maestros hagan menos que eso? Transmitir conocimientos es sencillamente egoísta.

      Lo siento, ya no puedo seguir enseñando las mismas “lecciones”. Más aún, no puedo apoyar con mi silencio a un sistema inobjetable enseñando obedientemente sus lecciones todos los años. ¡No puedo creer que para esto se necesiten maestros! No vine aquí a rellenar bolsas vacías, no puedo apoyar sin cuestionar y me rehúso a unirme al ya lleno y desesperanzado grupo de maestros ignorados que han elegido  la estabilidad profesional a la libertad creativa.

      Es de mi entendimiento estimado Sr., que mis argumentos ignoran deliberadamente todos aquellos elementos involucrados en el gran espectro de la vida de esta universidad, pero son estos los que más llaman mi atención. Debo entonces informarle con tristeza mi decisión de dejar de enseñar para siempre, y digo “con tristeza” no porque me arrepienta de mi decisión sino por todas las malas experiencias que he tenido tratando de enseñar algo todos estos años.

      Le agradezco inmensamente por considerarme calificado para realizar este trabajo y por admitirme en este entorno de educación superior.

Atentamente,


Un maestro frustrado.


Posdata: Debo informarle igualmente que no tengo planes de abandonar la institución; espero no haya pensado que esta es mi carta de renuncia. No lo es. Sólo le he escrito esto para que sea de su conocimiento el hecho de que de ahora en adelante no enseñaré más. Me podrá encontrar en mi aula de clase cuando termine de leer esta carta. 

© 2015 Grecia Albornoz


Comentarios

Entradas populares de este blog

Terminamos.

…no es que me haya quedado sin palabras,  Es que ya no las escribo.  …no es que ya no lea,  Es que no hay espacio para nada más. Tal vez tú seas un incansable aventurero Buscador de lo eternamente nuevo En un mundo innegablemente viejo. Y yo me he cansado de los imaginarios. …no es que me haya quedado sin palabras,  Es que ya ni me molesto.  © Grecia Albornoz 2024

Todopoderoso-s

De poder sesgado-s De morbo embriagado-s Clamando un sacrificio De sangre Para justificar Sus ansias. Hicieron de ti un monstruo Te hicieron caer Y lo llamaron "entretenimiento".  Pero hasta el coliseo romano Un día Cayó también.  ©  2025 Grecia Albornoz

Del porqué de mis palabras

  03:12 am      No puedo dormir, pero está bien. Lo que pasa es que mis pensamientos hoy quieren gritar. Me he dado cuenta que mandarlos a callar simplemente no funciona, tengo que dejarlos hablar todo lo que quieran. Por eso estoy aquí, escribiendo lo que me cuentan: lo bueno, lo malo y lo perturbador; lo que sea, siempre tan intensamente.      Esta noche están particularmente inquietos. Sucede que es mi cumpleaños, y desde que migré me causa contradicción celebrarme cuando sé que he sido causa de mucho dolor; celebrarme cuando siento que he perdido mi norte, mis metas, mi propósito tan apreciado y descubierto con tanta dificultad. Me cuesta ser feliz en un día como hoy. Y eso es lo que le pasa a mis pensamientos. Entonces me rindo, prefiero dejar de luchar contra ellos porque mira, ya son las 3 de la mañana y todavía no me dejan dormir. Tienen mucho que decirme o mucha necesidad de expresarse.      ...