...A Pocas Palabras

Eso es trabajo de máquinas  [Una conversación cualquiera en una oficina cualquiera] - "...Bueno, yo exactamente no odio mi trabajo, sabes?  Es que creo que no es algo que se debería hacer por tantas horas… Me mata la creatividad. Y uno no puede actuar mecánicamente tanto tiempo ¡Es humillante! ¡Uno debe explorar! Y no me malinterpretes,  Yo estoy agradecida por tener empleo,  Pero no es que me entusiasme tanto hacer lo que yo hago, 8 horas al día, todos los días  Sentarme frente a la computadora, calcular tarifas, responder las mismas preguntas una y otra vez…. ¡Y esta cultura perfeccionista!  ¡No te puede dar tanto orgullo! ¡El perfeccionismo es la cosa más alejada de la naturaleza humana! ¡Ah, pero alguien debe hacerlo, dicen! ¡Bueno YO digo … ¡que mejor lo hagan las máquinas! ¡A las máquinas no les dan ataques de pánico cuando el cliente grita por teléfono quejándose de una tarifa elevada, o porque perdieron algo,...

Cuando la gente busca metáforas para representar un trabajo arduo, incesante y no reconocido, llega con frecuencia a la imagen de la hormiga; que nunca descansa, que siempre trabaja cada instante de su vida, que es solo una pequeña invisible en el mundo de los grandes y que es a su vez un millar de ellas, pequeñas, insignificantes, incansables. Su labor nos recuerda al todo y a la nada. Poco saben. No creen más que en la jornada, voluntarias del cansancio, víctimas creadoras, incomprendidas, indispensables, utilizadas. La hormiga es siempre la misma, en todas sus generaciones.     A veces quisiera ser como ellas y compartir su valor. El que no se ve a sí mismo, siempre quiere ser otro. © 2015 Grecia Albornoz The ant     When people search for metaphors to represent arduous, unceasing, and unrecognized work, the image of the ant often reaches their minds. Unresting, working every instant of its life, it is just one small invisible ...