Cuando la gente busca metáforas para representar un trabajo arduo, incesante y no reconocido, llega con frecuencia a la imagen de la hormiga; que nunca descansa, que siempre trabaja cada instante de su vida, que es solo una pequeña invisible en el mundo de los grandes y que es a su vez un millar de ellas, pequeñas, insignificantes, incansables. Su labor nos recuerda al todo y a la nada. Poco saben. No creen más que en la jornada, voluntarias del cansancio, víctimas creadoras, incomprendidas, indispensables, utilizadas. La hormiga es siempre la misma, en todas sus generaciones. A veces quisiera ser como ellas y compartir su valor. El que no se ve a sí mismo, siempre quiere ser otro. © 2015 Grecia Albornoz The ant When people search for metaphors to represent arduous, unceasing, and unrecognized work, the image of the ant often reaches their minds. Unresting, working every instant of its life, it is just one small invisible ...
¡A buen entendedor, pocas palabras! A word to the wise is enough!